Una vez más los gobiernos del asesino Ulises Ruiz y del espurio Felipe Calderón utilizan la fuerza bruta para reprimir a la Asamblea Popular de Pueblos de Oaxaca y a los profesores de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) para impedir que celebren la Guelaguetza Popular.
Cuando una gran marcha de Appistas, maestros y pueblo en general se dirigía al auditorio del Cerro del Fortín para celebrar la Guelaguetza Popular fueron ferozmente atacados por miembros de todas las policías federal, estatal y municipal, justo cuando se disponían a ingresar al auditorio del mismo nombre ‘Guelaguetza' para iniciar sus presentaciones artísticas.
Representantes de la APPO habían notificado con suficiente anticipación que parte de las celebraciones se llevarían a acabo en dicho auditorio. El mentiroso gobernador Ulises Ruiz había anunciado que respetaría esta celebración, pero al mismo tiempo mantenía acordonada toda la zona de ‘El Cerro del Fortín' con fuerzas policíacas y militares. Cuando la marcha se dispuso a atravesar el cerco, asambleístas populares, profesores y pueblo organizado fueron atacados con gases lacrimógenos, escudos, toletes, garras y colmillos por varios centenares de ‘gorilas' de Elite del Ejército Mexicano, ‘orangutanes' de la Policía Federal Preventiva (PFP), ‘mandriles' de la Agencia Federal de Investigaciones, ‘chimpancés' de la Policía Preventiva del Estado y ‘macacos' de la Policía Municipal de Oaxaca.
La Guelaguetza Popular organizada por los pueblos de Oaxaca, el magisterio local y organizaciones sociales oaxaqueñas es la fiesta alternativa a la Guelaguetza Oficial que organiza el gobierno del Estado. Las fiestas populares de todo el país no pertenecen a los gobiernos en turno, aunque todos ellos pretendan apoderarse de las tradiciones y del folclore para sus fines particulares de obtener ganancias millonarias provenientes del turismo consumista con la ayuda cómplice de los medios masivos de información que ocultan esta realidad presente.
Por que la cultura pertenece al pueblo, pues ha sido creada por el pueblo y debe estar al servicio del pueblo para su emancipación, es que el festival de la Guelaguetza Popular por ningún motivo dejará de realizarse, l os miles de simpatizantes de la APPO defienden su derecho a entrar al auditorio del Cerro del Fortín, y mientras ese objetivo se logra se dirigieron a otras plazas de la capital del estado como la Plaza de la Danza y el templo de La Soledad, en donde las festividades continuarán a pesar de todo.
Las fiestas de la Guelaguetza son una tradición ancestral, que data desde los tiempos del México prehispánico, en la lengua zapoteca la palabra significa ‘intercambio de obsequios', o bien ‘reciprocidad de servicios' y tiene que ver con las relaciones entre los oaxaqueños, forma parte del culto por un lado a Xilote la deidad del maíz y por otro a la virgen del Carmen, no son una ocurrencia de ninguna autoridad, ni un invento de algún frívolo empresario para enriquecerse.
Por eso, aunque cientos de manifestantes han sufrido quemaduras por las granadas de gas lacrimógeno, golpes con los escudos y toletes e innumerables vejaciones a manos de una manada de primates, y aunque haya hasta el momento decenas de detenciones, el proceso de recuperación de la fiesta más importante del Estado ha iniciado y ya nada detendrá su avance.
Tal es el temor de las autoridades y empresarios que han utilizado el arte y la cultura del pueblo para su beneficio prostituyendo su sentido y distorsionando sus fines originales para hacer fortuna e incrementar su poder, saben que el arte popular además de brindar sano esparcimiento es liberador de la conciencia de la gente, que por medio del arte y la cultura también se puede difundir la denuncia de sus crímenes, develar sus verdaderas causas, invitar a la reflexión, contribuir a la educación del pueblo y hasta proponer soluciones a los problemas de la gente. Si , el arte popular puede resultar demasiado subversivo para los tiranos en el poder.
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